Pensar en ti es sencillo, es parte de mi día. Tu sonrisa, tus ojitos semirrasgados, tu particular manera de caminar...

Te pienso, imagínome abrazándote, prendado a tu cintura viendo mi reflejo en tus ojos. Lo difícil se valora más. Se idealiza más también.

I daydream about you... porque por ahora es el único lugar, la única manera en que pasaría. No sé si en un futuro, nadie me asegura nada. Pero hace ya un buen tiempo que no tomo riesgos. Tú eres mi riesgo y me da un poco de miedo... pero estoy convencido de que vale la pena.

Vales la pena...

Por ahora me conformo con verte, aun cuando tú no me ves... aunque suene medio stalker. No es de esa manera.
A veces pasa que te estoy viendo y presiento que voltearás hacia donde yo estoy. Volteo la mirada y finjo demencia, como si hubiera estado prestando atención al tema de conversación con otras personas. El cual desconozco completamente.

Me dicen a veces que al no estarte viendo, tú volteas a verme también.

No sé si me ves... yo me río y digo que no es cierto, que están buscando ver algo que no existe todavía. En mi interior, pensar... imaginar que me viste. Que tal vez detuviste tu mirada en mí! ÉSO alimenta mis sueños. ¿Y de qué vive el hombre sino de sueños?

Todo mi corazón y mi pensamiento, todas mis ideas están dirigidas a ti ahora. Sé que puedo esperar a que todo se de, puedo intentar convencerte de que ocupas mi corazón. Hay cosas por las que vale la pena esperar.

Tú eres la cosa más importante en mi vida ahora.








Ésto lo escribí hace ya cierto tiempo, a mano en una libreta. Ahora sé que confías en mí. Sé que así como tú estás en mi corazón, yo estoy en el tuyo. Me llamas de muchas maneras, sonríes, te enojas si te arremedo, me pellizcas, me pegas, te ríes de mí y nos reímos juntos de todo. Me abrazas, te recargas en mi hombro, me das un beso... Piensas en mi, y yo pienso en tí desde que me levanto hasta que me duermo.

Te quiero mucho Leticia, te quiero muuuucho... Bendito sea Dios porque estás aquí, ahora, en esta vida conmigo.