Qué rolloooo querido diario. Qué mariquita se ve eso verdad, cuando tomas en consideracion que es un "diario" de un wey. Si fuera una vieja, bueeno. Pero nel morro, soy vato, gracias a Diosito. Que esperemos que exista verdad, para que me escuche a mi cuando le rezo.

Hoy fui a una fiestecilla, estuvo dos dos la verdad. No conocía a toda la gente que estaba ahí, y me sentí medio incómodo entonces mejor decidí salirme y estar con mis camaradas cotorreando nada más, tranquilón.

El problema fue cuando empezamos a cotorrear de cosas más serias. No sé por qué o qué, la verdad nunca me dan ganas de hablar de esas cosas con vatos, porque me siento estúpido, débil, vulnerable, no sé. Es estúpido, lo sé, pero así soy. Estúpido. Estupefaciente. No me había fijado que tienen la misma raíz, que curioso no. Que relacionen los estupefacientes (drogas) con hacerte estúpido, cuando en realidad (me han dicho) los estupefacientes te despiertan, y te ponen más avispado. No sé la verdad, no me interesa descubrirlo tampoco. Soy feliz tal y como soy, sin ningún vicio.

Bueno, de qué hablaba? Ah sí, de la conversación. Empezamos a hablar de Dios, y de la vida después de la muerte. Es algo a lo que le tengo demasiado miedo, a que todo lo bueno que hice y esté por hacer en esta vida todavía, no tenga ninguna recompensa, ni castigo por el otro lado.

Es tan desilusionante pensar en esos temas, mas aun cuando he estado leyendo un libro que ya antes me había hecho perder mucha de mi fe, por varias razones. La principal, que el libro te plantea de formas muuy coherentes las razones por las que no puede haber un cielo, o un Dios, tal y como nosotros lo imaginamos y representamos. Ojalá y exista, lo digo en serio.