Creo que yo tengo la culpa.

Bueno, me echo a mi la culpa y también se la echo a las pinches películas, novelas románticas y canciones cursis que he escuchado a lo largo de mi vida. Tengo muy idealizado el concepto del amor creo yo, y uno se va dando cuenta que no son así las cosas.

En High Fidelity (siempre tengo que hablar de algo que vi en una película?), John le explica a su novia que con ella vive la realidad de su amor. Siempre había visto a otras mujeres e idealizaba la posible situación con ellas. Había problemas, pero no eran problemas de verdad... eran problemas lindos. El reencuentro entre ellos dos no se da después de que él lucha contra todo para reconquistarla. Nunca se dejaron de amar, solamente no era el momento para amarse.

No tiene nada que ver lo de la película con el punto que quería tratar, creo. El caso es que tengo idealizada una relación perfecta, donde los detalles siempre van a sobrar, donde los abrazos, besos y caricias se van a dar. Donde la felicidad de la pareja va a ser tangible para cualquier observador ocasional. Las peleas serían peleas lindas, donde después de un te quiero y un beso se arreglarían.

Hay problemas que no se pueden solucionar. A mí no me gusta dejar los problemas sin solucionar por mucho tiempo porque siento que luego vas arrastrándolos... Y se van acumulando. Después, el saquito en donde metiste todos esos pequeños problemas se vuelve tan pesado que es imposible continuar el camino.

Pero hay problemas que no se pueden solucionar en el momento.

No sé a qué quiero llegar con todo ésto, es simplemente que me di cuenta de algo: tal vez espero mucho. Pongo mucho, y no recibo suficiente a mi parecer. No debería esperar tanto. Debiera seguir mi propio pinche consejo de mantener las expectativas bien pinches bajas porque así no te desilusionarías nunca.

Pero es un pedo porque ya estoy bien programado, es muy difícil sacarme de la cabezota esas ideas. Tengo que reprogramarme.

Hay diferentes maneras de querer, hay diferentes maneras de tomar las cosas.

Tengo que ser más valemadres y dejar de ser emo de una vez por todas.

Por lo menos, ahorita pienso éso. Pero soy una contradicción ambulante, la verdad es que en 30 mins puede que piense otra cosa.