Ya mejor ni digo que voy a intentar escribir seguido o con cierta regularidad, o con algo de coherencia ni nada porque a final de cuentas no cumplo. Ésa es mi tendencia y qué chingados? Nada más escribo cuando me acuerdo de que existe esta cosa, y cuando ando con la necesidad de ventilar algo aunque sea por escrito y en la "soledad" de Internet.

Y en parte sé que es mi responsabilidad, y es mi culpa aunque me vaya a negar rotundamente a admitirlo frente a cualquier tribunal. No soy el mejor cristiano, por más que lo haya pregonado en su momento, y he cometido toda una sarta de pendejadas en mi vida. Gente buena buena buena, no hay... todo mundo comete algún pecado. Como ya muchas veces lo he pensado, todo se maneja en tonalidades grises NO en blanco y negro. No hay santo que no tenga cola que le pisen, ni pecador sin remordimientos. Al fin y al cabo, todos somos unos tristes pecadores, ¿no?

Ahora bien, en mi vida he estado involucrado en mayor o menor medida en grupos de Iglesia, apostolados y misiones. Podría decirse que un tercio de mi vida aproximadamente he estado en "cosas de Dios". Qué ha pasado con mi vida desde ese momento?

He estado involucrado en diferentes denominaciones de la misma cosa... Conocí el carisma Lasallista, la Renovación Carismática, y hasta cierto punto, el Opus Dei. He estado "más cerca", "más alejado", y "valiéndome madre completamente la vida". Definitivamente, cuando he estado más cercano me siento más tranquilo y más estable. Sin embargo, en ningún momento he dejado de hacer pendejadas de todos tamaños, colores y sabores. Me arrepiento, pero no dejo ni he dejado de cometerlas.

Supuestamente soy el ejemplo en el grupo en el que me encuentro actualmente. Oficialmente soy el coordinador general, extraoficialmente no hago nada. Solía hacer más cuando no tenía ese cargo que ahorita, creo. O al menos así lo siento.

Puedo achacarlo a la falta de tiempo (porque sí, estudiar Medicina te absorbe cuando se acercan fechas de exámenes/guardias/etc.), sin embargo entre semana tranquilamente me encuentro echándome unas cheves en la comodidad de mi hogar con algún amigo desocupado.

También está el cambio de prioridades... Tengo de novia a la mejor mujer que he conocido en toda mi vida, ésa de la cual escribí durante dos años prácticamente ininterrumpidos, idealizándola y aspirando a un "imposible" que a final de cuentas resultó ser bastante posible. Obviamente, ella es parte de mis prioridades y valoro cada momento que puedo estar a su lado debido a las pocas veces que podemos coincidir en horarios y tiempos libres. Por ende, si hay una oportunidad de verla y se empalma con una junta... Martha > Junta toooooooooooooodo el tiempo todas las veces.

Agreguemos mi pseudodecepción con la calidad de personas. Digo, pseudo porque de entrada tengo que estar decepcionado de mí mismo también. La diferencia es que soy un pecador y sé qué tanto lo soy y lo asumo y lo acepto... digo, también me cagaría que alguien me dijera algo respecto a éso porque digo, MUY MI PEDO no? Pero lo sé. En cambio, si hay un tipo de personas en todas estas cuestiones religiosas que me CAGA, absoluta, completa y TOTALMENTE son todos aquéllos "self-righteous bastards" que se creen la gran cagada, el principio el fin, el alfa y el omega de la Creación... Son elegidos de Dios, tocados con su Dedo y solamente sale sabiduría de sus bocotas, y por ello son los indicados para indiscriminadamente juzgar, criticar, morder, almorzar prójimo y tirar mierda a diestra y siniestra. Me CAGAN todos y cada uno de ellos y ellas. Amar al prójimo... ta cabrón.

Y para concluir, un punto que es muy personal pero tiene su relevancia también... Ya no encajo ahí, siento yo. Mi ausentismo ha repercutido en "brincarme" y no consultarme y no saber ni qué pedo con muchas de las cosas misioneras. Ahí no es culpa de nadie, es algo que pasó y que tuvo que pasar pero me siento inútil. No tengo amigos en el grupo, mis verdaderos amigos estuvieron ahí y ya se salieron, son aquéllos que me han acompañado desde hace años en misiones, en pedas, en fiestas, en serenatas, en lloraderas, en robar renos, en vomitadas, en historias de amor y desamor, en discadas en carnes asadas, en ranchitos, en ranchos urbanos, en vergazos, en todo. Cuando estuvimos todos juntos, era un desmadre y nos dábamos a notar y todo mundo sabía que éramos los más vergas. Ahora, nadie sabe y no hay quién me haga segunda TIRANDO. Las nuevas generaciones (qué viejo me siento!) QUIEREN ser como nosotros (JAJAJAJA qué mamilas) pero ni de pedo. Pa empezar, deberían de tomar un chingo más y llegar borrachos a las juntas... no crudos, BORRACHOS.

No que yo lo hiciera, pero mis amigos sí y cómo me sentía orgulloso jaja. Yo llegaba crudo nada más de repente.

JAJA es un intento de verlo con humor y realismo, no de dar un testimonio. Para éso, hay juntas y otras pendejadas... aquí, es mi opinión nada más.

A final de cuentas, hasta cierto punto va a ser benéfico para mí estar sin esos quehaceres y poder distraerme. Alguna otra cosa tendré que encontrar para ocuparme, indudablemente. Pero ahora sí... me voy. Gracias a Dios